In Críticas, Destacado, Discos, Tomajazz (la revista) al completo / septiembre 9, 2013
El último trabajo publicado por Chema Saiz, Trío Álbum, apareció en 2006. Tras este largo paréntesis, por fin el músico de Alcalá de Henares ha editado el sexto de su carrera. Se trata de Vocal Project, donde demuestra una nueva faceta para lo que ha venido siendo la trayectoria de este guitarrista. Es evidente que para quienes conocen la trayectoria de Chema Saiz la introducción de la voz en siete de los temas que componen el disco interpretados por Santos Moreno puede suponer una sorpresa. Quizá lo sea en relación al aspecto formal de los temas, pero lo cierto que en el fondo hay bastantes referencias a sus anteriores producciones. Chema Saiz atesora una técnica y un concepto de la música capaz de impresionar por su original estilo y lenguaje propio, donde la improvisación suele jugar un destacado papel.
En Vocal Project no hay precisamente mucho trabajo de improvisación, pero sí contiene mucha variedad. En cierta forma estos seis años transcurridos le han servido para plasmar en el nuevo disco una recapitulación de lo que ha sido hasta ahora su trayectoria. Los temas han sido compuestos o arreglados con una clara mesura. También hay que resaltar la impecable maestría con que son interpretados por los músicos que le acompañan. Así en “Exitazo” y “Algo de mi y de otros tontos” cuenta con la presencia de Ariel Brínguez, saxofonista tenor de sobrada solvencia. A destacar en este último tema la interpretación a dúo de saxo y guitarra, uno de los mejores momentos del disco.
En “Bésame Mucho”, los arreglos presentan la particular visión que este guitarrista otorga al clásico bolero. El comienzo de “Elástica” nos retrotrae a su particular estilo de siempre en una canción un tanto naif.Chema Saiz cuenta con fino sentido del humor, que deja traslucir en algunos pasajes del disco. En “Wichita Lineman” los arreglos para la interpretación de Santos Moreno crean un ambiente muy confortable y pleno de sensibilidad, con la guitarra de Saiz sirviendo de perfecto contrapunto. Hace quince años que apareció el disco Mi carro y quizá como homenaje a ese momento, Chema Saiz ha introducido el arreglo del tema tradicional “La Molinera y el Corregidor”, que recuerda a aquella época.
La aportación de la rítmica de Toño Miguel al contrabajo y de Borja Barrueta, asiduos acompañantes de Chema Saiz, también cuenta con una importancia relevante para que el disco mantenga una cadencia equilibrada.
El disco está lleno de guiños y sonidos cómplices a sus anteriores trabajos, interpretados con el peculiar estilo de Chema Saiz que, como mandan los cánones, conoce a todos los clásicos de la guitarra, de los cuales ha aprendido a lograr su propio lenguaje creativo y una vez más, lo vuelve a dejar patente en este nuevo y logrado trabajo. Esperemos que no tengan que pasar otros seis años hasta el próximo.
© Carlos Lara, 2013
Chema Saiz: Vocal Project (Vol. 1)
Composiciones: “Exitazo”, “Latín”, “Qué acordes más lindos”, “Bésame mucho”, “Elástica”, “Algo de mí y de otros tonos”, “Wichita Linman”, “La Molinera y el
Corregidor”, “Castillo de Naipes”, “Inolvidablemente”, “Black Jazz” y “Ave María de Lourdes”.
Temas compuestos por Chema Saiz, excepto “Bésame Mucho” de Consuelo Velázquez, “Wichita Lineman”, de Jimmie Webb e “Inolvidablemente”, de Julio Gutiérrez. “La Molinera y
el Corregidor” y “Ave María de Lourdes” son de dominio público.
Músicos: Chema Saiz (guitarra), Santos Moreno (voz), Ariel Brínguez (saxo tenor), Toño Miguel (bajo eléctrico y contrabajo), Borja Barrueta (batería y percusiones), Elías Cepeda (flauta) y Emma Mendo (oboe).
Grabado los días 2 y 3 de abril en Infinity Studios (Madrid)
Inauguramos este rincón del jazz hablando de un cd salido hace apenas tres meses. El último trabajo discográfico del guitarrista de Alcalá de Henares, Chema Saiz. Trabajo que hace nada más y nada menos que el número seis de su trayectoria. Y por desgracia en este país, no muchos músicos de jazz pueden presumir de haber editado media docena de discos.
Chema Saiz es un guitarrista original, personal, arriesgado, diferente, y tal vez por todo ello, muchas veces es apartado de los circuitos. No, Chema Saiz no toca lo que el resto de guitarristas. No toca por Montgomery ni por Grant Green. No toca ni por Scofield ni por Benson. No hace escalas al uso ni mete falsetas jazzeras ni toca Real Book. Sencillamente, cada cuerda que pulsa, cada nota que hace sonar, cada frase, las hace suyas. Chema Saiz toca como Chema Saiz; tiene un lenguaje propio. Y eso, con los tiempos que corren en los que cada vez hay más intérpretes y menos músicos de jazz, es de agradecer. Efectivamente el jazz corre el peligro de ser la música clásica del siglo XXI; muchos y grandes intérpretes pero pocos creadores.
Todo esto que cuento, que no deja de ser una opinión personal, vale para este guitarrista desde que tengo uso de razón jazzística. Su bandera ha sido siempre la personalidad. Chema Saiz toca como Chema Saiz, desde el primer disco. Por eso, en ese sentido, su música parecería que no ha cambiado mucho. Pero nada más lejos de la realidad, sobre todo con este proyecto vocal. Porque la voluntad de este guitarrista diferente ha sido siempre la de sorprender.
“Vocal Project (Vol. I)” es otra vuelta de tuerca en su capacidad creativa. Ha tomado algunos temas suyos y les ha puesto letra. ‘Latín’ y ‘Elástica’. Como era de esperar, no son temas que vayamos a tararear en la ducha, pues como dice el comienzo de ‘Elástica’: “Elástica, es esta canción, que como ven, no es nada fácil, nada fácil de cantar”. Igual de difícil y de hipnotizadora que ‘Latín’. Ha mantenido su tradición de transformar temas del cancionero tradicional hispanoamericano: ‘Bésame mucho’, ‘La molinera y el corregidor’, ‘Inolvidablemente’. Ha añadido también una delicadeza, el ‘Wichita lineman’ de Jimmie Webb que popularizara Glen Campbell en los setenta y que ha retomado recientemente REM, y que constituye un cambio de registro radical en sus grabaciones. Y ha incluido temas sin letra, con formación de trío y cuarteto: ‘Exitazo’, ‘Algo de mí’, ‘Castillo de naipes’… que conectan de alguna manera este trabajo con sus anteriores compactos. En total 12 temas que retratan a todas luces la capacidad creativa e interpretativa del guitarrista alcalaíno.
El personal que ha reunido Saiz para esta grabación es muy, muy interesante. La sección rítmica es, no sé si la mejor actualmente en el panorama jazzístico de este país, pero sin duda es la que más trabajo tiene. Por algo será. Toño Miguel al contra y Borja Barrueta a la batería es garantía de trabajo bien hecho. Pero además hay que hacer notar que con ellos ya grabó su último cd, “Trío álbum” (Satchmo Jazz 2006), y desde entonces no ha dejado de trabajar establemente con esta pareja formidable, lo que le da una consistencia a toda prueba a este “Vocal Project”.
Además hay sidemen de lujo. Ariel Brínguez al saxo en ‘Exitazo’ y ‘Algo de mí’ y el dúo Elías Cepeda (flauta) y Emma Mendo (oboe) en ‘Bésame mucho’ e ‘Inolvidablemente’, interpretando unos originales y sorprendentes arreglos escritos por el propio Chema.
Dejo para el final a la figura que marca la clave de este “Vocal Project (Vol. I)”. La voz de este trabajo es Santos Montero. Músico versátil y polifacético donde los haya, con un matiz ecléctico que le viene de perlas a este proyecto. Porque Chema no buscaba un cantante de jazz al uso, un crooner, buscaba alguien que supiese trasladar a la voz sus ideas. Y creo que no ha podido tener más acierto con la elección. Delicada, porque si quieres vender, vende más una cantante, pero Santos es diferente. Bien afinado, de tono cálido, amplio registro y capaz de adaptarse a los vericuetos de las adaptaciones de las letras de Saiz a su propia música, cuestión esta ni fácil ni baladí. Y la única manera para comprender de qué hablo es escuchando el disco.
Evidentemente, cohesionando toda la música está por supuesto Chema Saiz. Mejor compositor que nunca, mejor arreglista que nunca y mejor intérprete que nunca. Sus muchos años como figura de la guitarra en la escena jazzística nacional han dejado para mí el poso más importante que puede dejar un músico: un estilo propio. Cuando escuchas a Chema Saiz, sabes de inmediato que es él.
Ah, ¿y lo de Vol. I?, preguntaréis. Pues el ramalazo de sentido del humor que siempre tiene Chema Saiz: “Si funciona el proyecto qué mejor que hacer Vol. II”.